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De Imperios a Naciones

La reforma de Servio Tulio

Desde la fundación de la ciudad de Roma por Rómulo en el 753 a.C. hasta el inicio de la República en el 509 a.C., en un periodo de aproximadamente 250 años, la Roma primitiva fue gobernada por siete reyes. En una primera fase, gobernó la llamada monarquía sabina-latina, compuesta por Rómulo, Tito Tacio, Numa Pompilio, Tulio Hostilio y Anco Marcio, aunque tres de ellos se sitúan en el ámbito de la leyenda. Por otro lado, en la segunda fase, a mediados del siglo VII a.C. (aproximadamente en el 615), se instauró una monarquía de origen etrusco compuesta por Tarquinio el Antiguo, Servio Tulio y Tarquinio el Soberbio. En esta etapa, los monarcas, como Servio Tulio, lanzaron una serie de reformas que convirtieron a Roma en una auténtica ciudad-estado.

La reforma pretendía integrar a una parte de la población que estaba creciendo y que no contribuía al mantenimiento ni de la res publica ni del ejército, cuyo peso recaía en los patricios. Previa a la reforma de Servio Tulio, se encuentra la del rey Tarquinio el Antiguo, que pretendió acabar con las tribus primitivas y con la comitia curiata, es decir, con los comicios por curias, la antigua organización de patricios que aseguraba el poder sobre la plebe. No obstante, esta antigua organización continuó en la época de Servio Tulio, gracias a la fuerte resistencia de los patricios por mantener su poder. Como veremos más adelante, con la Reforma Serviana surgirá un nuevo tipo de asamblea popular conocido como comitia centuriata, los comicios por centurias.

Reforma socioeconómica

La primera reforma consistió en la organización de la población en distritos territoriales, conocidos como tribus. Las tres antiguas tribus, Tities, Ramnes y Luceres, fueron abolidas y se crearon 20 tribus, cuatro de ellas urbanas. Los ciudadanos romanos, en función de si poseían o no tierras, quedaban inscritos en una tribu u otra. Aquellos que poseían tierras quedaban inscritos en una de las dieciséis tribus rústicas, mientras que los demás entrarían en las tribus urbanas: la Palatina, la Colina, la Esquilina y la Subarana. Esta reforma implantó un nuevo marco identitario, acabando con las tribus basadas en el parentesco y estableciendo tribus basadas en el territorio y la riqueza.

El sistema timocrático, basado en la riqueza, permitió la creación de impuestos. Esta nueva carga impositiva recayó directamente en aquellos que más tenían, mientras que los proletarios quedaban exentos de pagar impuestos. El dinero recaudado se destinaba directamente a sufragar los gastos del Estado y del ejército para la guerra.

Establecimiento del censo

Servio Tulio estableció un censo con la finalidad de conocer las posesiones de la población dentro de sus dominios y, así, dividir a la población en clases en función de su poder económico.

El censo se elaboraba cada cinco años. El cabeza de familia era el encargado de inscribirse y declarar sus bienes y el número de personas que formaban la familia. Además, debía registrar a qué tribu pertenecía y cuál era su riqueza, número de esclavos, instrumentos de labranza, animales de carga y los terrenos que poseían. En caso de que el paterfamilias no acudiera a registrarse en el censo, perdería su libertad y se le confiscarían sus bienes. Con la información obtenida del censo, el rey establecía las obligaciones militares y el pago de impuestos en función de la fortuna de cada individuo.

División de la población en clases

La descripción de la división en cinco clases la ofrece Tito Livio. La población quedaba dividida en cinco clases en función de sus bienes económicos:

  1. La primera clase estaba compuesta por ciudadanos con una renta de 100.000 ases y 20 yugadas de tierra (equivalentes a 54.000 m2). Esta primera clase se componía de 80 centurias. A su vez, estas se dividieron en 40 centurias compuestas por los más jóvenes, destinados a la guerra en el exterior, y otras 40 compuestas por los más viejos, destinados a la defensa de la ciudad. Se les exigía como equipamiento militar casco, armadura, lanza, escudo redondo y espada, todos de bronce.
  2. La segunda clase estaba compuesta por aquellos con una renta de más de 75.000 ases y 15 yugadas de tierra (equivalentes a 40.500 m2). Se componía de 20 centurias, además de dos centurias de artesanos que formaban un cuerpo de ingeniería. Como equipamiento militar, no llevaban coraza y el escudo era alargado; el resto era igual al anterior. Mantenían la misma división de jóvenes y viejos.
  3. La tercera clase estaba formada por aquellos con una renta de más de 50.000 ases y 10 yugadas de tierra (equivalentes a 27.000 m2). Estaban inscritas 20 centurias. El equipamiento militar era exactamente igual al anterior, pero se suprimían las glebas, por lo que quedaban sin protección en el cuerpo y las piernas.
  4. En la cuarta clase estaban aquellos con una renta entre 25.000 y 50.000 ases y con más de 5 yugadas de tierra (equivalentes a 13.500 m2). Tenían el mismo número de centurias que la clase anterior. El equipamiento militar exigido era solo la lanza y el venablo.
  5. La última clase estaba compuesta por 30 centurias con una renta de entre 11.000 ases y 2 yugadas de tierra (equivalentes a 5.400 m2). Una de las centurias estaba compuesta por los proletarii o capitecensi, quienes no reunían un capital mínimo y, por tanto, quedaban sin participación. Solo podían ofrecer a sus hijos como reservas para cubrir las bajas. El equipamiento militar de esta clase consistía solo en hondas y armas arrojadizas.

En total, eran 170 centurias, a las que se sumaban las 18 centurias de caballeros.

Tabla sobre la división de clases, El nacimiento del estado romano, Exequiel Druetta, Slideshare

Reforma Militar

En el ámbito militar, Servio Tulio organizó un ejército de carácter hoplítico, ordenado en función de su armamento y funciones de acuerdo con el poder económico de cada ciudadano. Cada clase estaba obligada a proporcionar las centurias correspondientes. Una centuria estaba compuesta por una compañía de 100 hombres.

La base de la legión romana era la infantería pesada, articulada en 60 centurias compuestas por las cinco clases. Los más jóvenes, entre 17 y 40-45 años, formaban la centuria iuniores, mientras que los hombres de 46 a 60 años formaban la centuria seniores. Esta infantería era conocida como Classis. Como apoyo a la infantería, estaban los infra classem, quienes iban equipados con armamento ligero. Por último, teníamos a los Supra classem, que eran 18 centurias de caballería designadas por el rey entre la aristocracia.

Los comicios por centurias (comitia centuriata) eran el reflejo político de esta nueva organización del ejército. El punto de reunión era el Campo de Marte, donde se desplegaban como si fueran a una batalla, con armas y banderas. Para convocar la reunión, se utilizaba una trompeta. El voto se realizaba por centurias; cada centuria registraba el voto mayoritario de sus miembros. El voto se emitía en orden de preferencia, primero las centurias de caballeros y luego cada una de las clases.

En los casos en que tanto los caballeros como la primera clase votaban lo mismo, las votaciones se detenían, ya que alcanzaban la mayoría, es decir, la suma de ambos era de 98 de 193. En este caso, el resto de las clases no votaban. Hay que tener en cuenta que, aunque sea injusto, eran los primeros a quienes recaía el peso de la guerra y los gastos relacionados con ella.

Conclusiones

La reforma permitió que patricios y plebeyos formaran parte del ejército, que la carga impositiva fuera proporcional a la fortuna de cada ciudadano y que la preponderancia en el Estado pasara a ser de la aristocracia de la fortuna. Además, hubo clases exentas de pagar impuestos, pero aquellas que sí debían hacerlo recibieron a cambio, como compensación, el control de los comicios por centurias.

Bibliografía

[1] CASTILLO, A. D. (2011), «La reforma Serviana punto de arranque de los cambios posteriores», Gerión. Revista De Historia Antigua,213, Consultado online el 05 de junio de 2021: https://revistas.ucm.es/index.php/GERI/article/view/GERI8989220213A
[2] LOMAS, J. y LÓPEZ BARJA, P. (2004), Historia de Roma, Akal, Madrid.
[3] ROLDÁN, J. (2005), Historia de Roma, Universidad de Salamanca, Salamanca.
[4] SÁNCHEZ, L., «Importancia de las reformas de Servio Tulio» en: Revista de Estudios histórico-jurídicos. Consultado online 19 de marzo de 2021: https://baixardoc.com/documents/reformas-de-servio-tulio-sexto-rey-de-roma-5db9f30184bb5