El deseo de las mujeres de concebir un hijo ha sido una constante a lo largo de la historia. Y no es que me lo esté inventando; Existe evidencia de esa inquietud desde la prehistoria. Aunque no contamos con textos que nos hablan directamente de las técnicas destinadas a la concepción, al desarrollo del embarazo o al parto, existen evidencias arqueológicas que muestran objetos que materializan ese anhelo de concebir. Uno de ellos es el ídolo de Almargen.
El descubrimiento del ídolo de Almargen
En un pequeño pueblo de la provincia de Málaga, Almargen, un vecino estaba realizando unas reformas en la cimentación de su casa cuando, de forma fortuita, encontró un objeto de piedra de grandes dimensiones. En un principio, no le dio importancia alguna, pero la forma de la piedra llamó su atención y la colocó como adorno en su jardín.
Un día de 1993, el vecino hizo referencia a su hallazgo a Francisco Hidalgo, concejal de Cultura de la villa. Hidalgo, al observar las singulares características formales de la piedra, se puso en contacto con varios expertos de la Universidad de Málaga, quienes se desplazaron al pueblo para evaluar las posibilidades históricas de la roca. Tras analizarla, determinaron que la pieza tenía una antigüedad milenaria y que se trataba de un ídolo o diosa de la fertilidad. El vecino no sabía que hacer con la pieza si quedárselo o donarla. Finalmente, acabó donándola al Ayuntamiento para su custodia y exposición junto a otros hallazgos.
El ídolo tiene aproximadamente 5000 años de antigüedad, corresponde a la Edad del Bronce; mide 50 cm de longitud y pesa 33 kg. Está tallado en mármol blanco de gran valor y calidad. Tiene forma ovoide alargado, y en su extremo inferior representa un glande, mientras en el superior un rostro y en medio un abultamiento. El ídolo simboliza a los dos sexos: el masculino con esa forma fálica y el femenino con el embarazo.
El ídolo de fertilidad, inicialmente pasado por alto en la localidad, ha experimentado un resurgimiento de importancia. Nadie pensaba que el ídolo tuviera algún poder para hacer concebir a las mujeres que la acariciara. Hasta el día que una mujer, Dori Serrano, tramitó unos permisos para tocar la pieza. Parece que surtió efecto, porque Dori, quién había tenido numerosos intentos infructuosos, consiguió lo que más deseaba quedarse embarazada. Esta historia hizo saltar a la fama al ídolo, atrayendo a mujeres de toda España y más allá, que peregrinan a Almargen para tocar la piedra en busca de fertilidad.
Este hecho es un claro reflejo de que, aunque pasen los años, el ser humano anhela tener descendencia y, en caso de que esto no suceda, puede provocar una gran angustia, no solo a la mujer, sino también a su pareja.
Bibliografía
[1] SÁNCHEZ ROMERO, M. (2022), Prehistoria de mujeres, Deusto, Barcelona.
[2] MOLERO, J. A. (2013), «El ídolo de la fertilidad de Almargen (Málaga)», Gibralfaro, 81, pág. 12. Consultado Online en: https://gibralfaro.uma.es/leyendas/pag_1888.htm