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De Imperios a Naciones

Los sistemas de producción de la industria textil en la Edad Moderna

La industria textil gozó de gran prestigio durante el siglo XVI. Gracias al aumento de la riqueza de la clase privilegiada se impulsó el desarrollo de talleres artesanales. Sin embargo, ya hablamos de la industria textil castellana en otro post, así que ahora nos centraremos en los sistemas de producción. Nos encontramos con dos sistemas: uno gremial-artesanal y otro doméstico. ¿En qué consistían cada uno de ellos?

Sistema gremial-artesanal

La característica del sistema gremial-artesanal es, en primer lugar, su estructura jerarquizada compuesta por maestros, oficiales y aprendices. Al tener una estructura jerarquizada era un sistema rígido, controlado mediante ordenanzas. ¿Qué función tenías estas ordenanzas? Las ordenanzas venían a controlar las técnicas de producción a través de una serie de reglamentaciones sobre las materias primas, la calidad de la lana, la regulación del trabajo artesanal y la defensa del oficio frente a sus competidores. Por ejemplo, en Toledo estableció una ordenanza para homogeneizar las técnicas de tejer los terciopelos doblados y, al mismo tiempo, crear un nuevo producto local.

Las maestrías tenían la función de regular y proteger la ortodoxia profesional con el fin de impedir el intrusismo laboral y mantener su hermetismo privilegiado. Los maestros eran los propietarios de los talleres. De entre ellos salían escogidas las autoridades institucionales del gremio encargadas de hacer cumplir las ordenanzas. La regulación de la actividad gremial tenía la función de regular el obraje de la producción de los diferentes oficios.

Los oficiales trabajaban en los talleres de los maestros por un salario estipulado. Esto se hacía para evitar la desigualdad salarial. Para ascender a maestro, no solo debían tener una alta cualificación técnica, sino cierta riqueza con la que poder abrir un taller propio. El número de talleres también estaba controlado. Los hijos de maestros podían heredar el taller. Los aprendices eran jóvenes adolescentes que entraban a trabajar en un taller para aprender el oficio. Se limitaban a las tareas menos cualificadas, incluso a tareas domésticas. La relación entre aprendiz y maestro era mucho más que laboral. A través de un contrato entre el padre del joven aprendiz y su maestro establecían la duración y condiciones de su aprendizaje. Durante el tiempo de aprendizaje, el aprendiz pasaba a vivir en la casa-taller del maestro y éste le proporcionaba alimento, vestimenta y conocimientos sobre el oficio.

El sistema gremial fue un modelo de trabajo en el que todas las fases de producción pasaban por una única mano dentro de un mismo espacio y sin diferencias entre productor y distribuidor. No había una división del trabajo, sino de oficio (herreros, alfareros, ebanistas. plateros, etc.). Este sistema estaba concentrado en el ámbito urbano, concretamente en talleres. Los gremios priorizaban la calidad antes que la cantidad, pues pensaban en satisfacer las necesidades y no perjudicar a los compradores. Podían enriquecerse, siempre que ello no empobreciera a otros. Sus políticas económicas no atacaban al crecimiento, siempre y cuando no desestabilizara el equilibrio social.

Ese tradicionalismo, que no permitía las innovaciones técnicas, impedía adaptarse a las nuevas demandas. Por tanto, a partir del siglo XVIII comenzó a desaparecer como consecuencia de su hermetismo y la falta de innovación, adaptación y expansión productiva.

Sistema domestico o a domicilio

El sistema doméstico o Domestic System era una organización del trabajo libre. Los talleres estaban en zonas rurales, donde una familia era la dueña de los medios de producción. Ésta vivía exclusivamente de la industria y no del campo. Dentro de este sistema doméstico estaba el Putting-out system o velagssystem (en alemán). En este sistema los medios de producción estaban controlados por un comerciante-empresario, el cual suministraba la materia prima a los campesinos. Éstos compaginaban su trabajo en el campo con la elaboración artesanal, aunque priorizaban lo primero a lo segundo. Para muchos, este trabajo suponía un extra en tiempo de inactividad agrícola o de crisis.

Imagen que aparece el domestic system. En ella se ve una mujer con un rueca tejiendo.

La producción de un producto era elaborada al completo o podía ser repartida entre diferentes familias. Por ejemplo, un domicilio elaboraba una fase del proceso más sencillo y en un taller, con mano de obra cualificada, las partes mas complicadas. La maquinaria empleada para la elaboración podía ser propiedad del trabajador o bien alquilada al empresario. Esto último generaba en algunas ocasiones conflicto por el abuso del alquiler. Finalmente, el encargado de recoger, pagar lo estipulado y vender la mercancía era el comerciante.

Este sistema tenía sus ventajas, pero también sus desventajas. La mano de obra era barata y evitaba el control gremial, pero la calidad de producto era baja. Esto se debía a que los trabajadores carecían de formación a diferencia de los gremios. Esta ínfima calidad del producto llevaría a un endurecimiento de las normativas gremiales para paliar las deficiencias en la producción de este sistema. Finalmente, era un sistema dinámico con estructuras capitalistas, ya que el fin último del comerciante-empresario era obtener beneficios.

Bibliografía

[1] GARCÍA FERNÁNDEZ, M. (2002). La economía española en los siglos XVI, XVII y XVIII. San Sebastián de los Reyes (Madrid): Actas.
[2] JIMÉNEZ MONTAÑEZ, M. A. (2012), «La industria textil y su regulación en el siglo XVI: caso particular de Toledo», Pecvnia, 14, pp. 107-132.