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De Imperios a Naciones

Los gatos en la Edad Media en occidente

¿Hay animal más fascinante y apreciados por los humanos que los gatos? Estos animalillos desde hace miles de años, desde los egipcios hasta ahora, han cautivado a las personas por su inteligencia, sus habilidades para la caza y su belleza. Los antiguos egipcios domesticaron a los gatos y los consideraron animales sagrados, asociados con a diosa Bastet. Estos animales fueron valorados por sus habilidades como cazadores de roedores y serpientes. Ayudaban a controlar las plagas y a proteger los cultivos y alimentos almacenados.

Escultura Egipcia Gata con gatitos, 664-630 a.C. Hay una inscripción de madera en la base donde pide a la diosa Bastet conceder la vida. Fuente: Wikipedia Creative Commons

¿Cómo eran considerados los gatos en la Edad Media?

Durante la Edad Media, la forma de relacionarse las personas con los gatos cambió drásticamente. En torno al siglo XII, los gatos eran vistos con desconfianza y se les asociaba con la figura del demonio. Esta visión negativa era debida en parte a su independencia, que desafiaba la idea de que los animales debían ser dominados por el ser humano. El Génesis dicta que Dios creó al hombre para que éste gobernara sobre el resto de las especies. Esta independencia acabó por que les comparara con el mal, y se les acusara de capturar las almas de los justos. Esta condena fue promovida por la Iglesia, que veía en el gato un animal misterioso y libre que se salía de su control y representaba una amenaza para su autoridad.

La bula Vox in Rama emitida por el Papa Gregorio IX en 1233 acusó a los gatos (especialmente los negros) de ser malvados y aliados de Satanás. La emisión de la bula contribuyó a afianzar la idea del gato como algo demoníaco en la conciencia colectiva. No obstante, la postura negativa de la Iglesia hacia los gatos durante la Edad Media en Europa se filtró a la población en general a través de los sermones dominicales y la conversación del día a día. La bula tuvo un efecto negativo para aquellos dueños de gatos, especialmente las ancianas que tenían gatos, quienes eran especialmente vulnerable a la acusación de brujería. Estas acusaciones eran la mayoría a las mujeres, quienes acabarían cadenadas a morir.

La desconfianza hacia los gatos también se manifestaba en la interpretación iconográfica del gato como símbolo de traición. Esto desembocó a que los gatos aparecieran ligados a la figura de Judas, como una forma de mostrar su papel como traidor. En el siglo XIII, el gato jugando con un ratón capturado se convirtió en una comparación frecuente utilizada por los predicadores, poetas y escritores medievales. Pierre de e Limoges empleó esta comparación para ilustrar la idea de que el diablo juega con los pecadores antes de condenarlos. Esta imagen sugiere que, al igual que un gato juega con un ratón antes de matarlo, el diablo se divierte tentando y seduciendo a los seres humanos antes de llevarlos a la perdición eterna.

Harley 928 f. 44v Cat and mouse. Siglo XIII

Arnold de Liège, un clérigo belga del siglo XII, en su obra, Alphabetum Narrationum, escrita en 1308, compara al diablo acechando el alma humana con un gato jugando con un ratón. Johannes de San Gimigmano estableció que el gato persigue al ratón, así como el diablo acosa a una persona. William Caxton retomaría esta analogía y lo mencionó en su Libro Real (1484).

Los gatos fueron asociados con diversas corrientes heréticas, como los cátaros, los valdenses y los Templarios. Se acusó a los cátaros y valdenses de adorar al Diablo en la forma de un gato negro. Según en un momento de la ceremonia ritual éstos besaban la partes traseras de un gato negro. Se acusó a los templarios también de adoran a los gatos que a veces aparecían en sus congregaciones. Los gatos simbolizaba la libertad, son animales parcialmente domesticado y, por tanto, eran perfecto para ser asociados con los herejes. Pues lo herejes no está completamente domesticado, desafían el pensamiento ortodoxo y vagaban libremente de aquí y allá en su interpretación de las creencias religiosas.

La asociación del animal con lo femenino también fue un factor a su mala reputación. La mujer en la Alta Edad Media tenía una mala imagen. Éstas estaban asociada a Eva y la caída del hombre en el jardín del Edén. En el pensamiento medieval, se creía que las mujeres eran susceptibles a la brujería y a los tratos con el diablo, y como estos felinos fueron asociados a ellas, reforzó la idea de que eran animales peligrosos y malignos.

Menciones sobre brujas y gatos lo hallamos en un texto alegórico Le Champion des Dames (1440), de Martin le Franc, donde acusaba a mujeres ancianas de adorar al diablo en forma de gato o cabra. Se popularizó la idea de que las heridas infligidas a las mujeres transformada en gatos aún eran visibles después de recuperar su forma humana. Esta idea sugería que la transformación en gato era un especie maldición, y que las consecuencias de su acciones seguían siendo visibles. El gato adoptó el rol de animal de compañía del diablo y las brujas con la acusación del Papa Inocencio VIII en 1486.

Harley 3244 f. 49v Cat and mouse. Siglo XIII

Las mujeres no fueron las únicas en estar vinculada con este animal, los judíos también. Se afirmaba que los judíos adoraban a los gatos y los utilizaban para realizar actos malvados contra los cristianos como transformase en uno de ellos y colarse en la casa de un cristiano para fastidiarle o embrujarle, lo que contribuyó aún más a la mala reputación de este animal.

¿Existió los amantes de los gato en la Edad Media?

A pesar de la asociación negativa de los gatos con el demonio y las herejías, no todos los habitantes del occidente medieval sentían odio o recelo por estos animales. No sobran las referencias a ellos en los manuscritos de los monasterios. En muchos manuscritos medievales encontramos ilustraciones de gatos realizando todo tipo de actividades, desde cazar ratones hasta jugar con bolas de hilo. Asimismo, en algunos escritos medievales, tanto autores como autoras hacen mención de los gatos como mascotas y compañeros, lo que evidencia que estos animales eran valorados por algunas personas.

Book of Hours, Use of Maastricht S. XIV.

Los cristianos reconocía la utilidad de los gatos para el control de plagas y la protección de sus hogares y negocios. Además, los comerciantes y tripulaciones de barcos veían en este animal un medio para proteger de los roedores las cargas en el transporte y almacenamiento. También fueron útiles para proveer de piel cuando morían.

Los gatos también se veían como un medio para obtener visiones sobrenaturales. La práctica de la ailuromancia, que consistía en predecir el futuro a través de la observación de un gato, aumentó el aprecio por los gatos durante la Edad Media. Esta práctica se basaba en la creencia de que el comportamiento del gato podía predecir el tiempo o la llegada de invitados, entre otras cosas. Sin embargo, en Escocia, la ailuromancia tomó un giro desagradable con el ritual conocido como taghairm, que se practicó durante toda la Edad Media y hasta el siglo XVI.

Durante la Edad Media y la Edad Moderna, los gatos sufrieron una persecución constante en Europa debido a su asociación con el diablo y la brujería. Sin embargo, en el siglo XVIII, la Ilustración y el surgimiento de la ciencia comenzaron a cambiar la visión que se tenía de los animales, incluyendo a los gatos. Además, durante la época victoriana, los gatos se convirtieron en un animal muy popular, gracias a la reina Victoria, quien devolvió a los gatos el mismo estatus que había tenido en el antiguo Egipto. Esta época marcó el comienzo de la aceptación de los gatos como animales de compañía en la cultura occidental, lo que ha continuado hasta nuestros días.

Bibliografía

[1] LÓPEZ POUSA, M. (2017), «Los gatos en la Edad Media», en Renovatio Medievalium. Consultado el 18 de febrero de 2018. https://renovatiomedievalium.wordpress.com/2017/09/26/los-gatos-en-la-edad-media/
[2] MARK, Joshua J. (2019). «Gatos en el medievo.» Traducido por Miriam López. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia. Consultado el 18 de febrero de 2023. https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1387/gatos-en-el-medievo/
[3] METZLE, I. (2009), «Heretical Cats: Animal Symbolism in Religious Discourse», Medium Aevum Quitidianum, 59, pp. 16-32. https://docslib.org/doc/11922217/heretical-cats-animal-symbolism-in-religious-discourse-irina-metzler