Heinrich Himmler, principal dirigente del Partido Nazi, jefe de las SS y responsable del Holocausto judío, protagonizó uno de los mayores enfados debido a unos simples sellos de correos impresos con su cara que circularon por Alemania. La responsable de esta acción fue la Special Operations Executive, una organización británica creada durante la Segunda Guerra Mundial. Ellos consideraron que Himmler era el objetivo perfecto para su plan, ya que ostentaba un gran poder, tanto que algunos podrían pensar que era capaz de derrocar a Hitler. El propósito de los sellos falsos con la imagen de Himmler era enfrentar a ambos líderes, pues Hitler podría creer que Himmler estaba planeando reemplazarlo en el poder.
Sin embargo, el plan no resultó como se esperaba, debido a que la calidad de los sellos era tan impecable que los alemanes no les prestaron la más mínima atención. La impresión del sello era idéntica a los sellos con el rostro de Hitler. Se consideró la posibilidad de distribuirlos en otros lugares, como Suiza, pero los resultados no fueron los esperados. A pesar de ello, se lograron dos cosas: en primer lugar, hacer que los servicios de Estados Unidos creyeran que era un plan de Himmler para derrocar a Hitler; y en segundo lugar, enfurecer a Himmler lo suficiente como para que decidiera vengarse.
¿Cuál fue la venganza de Himmler?
El departamento VI F-4 de la Gestapo fue el organismo encargado de planificar el plan de Himmler. Este departamento era uno de los más secretos y se encargaba de todas las falsificaciones, como pasaportes, monedas extranjeras y, ahora, sellos postales. Los prisioneros judíos del campo de concentración de Oranienburg-Sachsenhausen fueron los responsables de llevar a cabo estas falsificaciones. Estos prisioneros tenían una posición tan importante para los nazis que se les permitía llevar una «vida normal». Además de falsificar sellos, también estuvieron involucrados en la Operación Hernhard, la cual se relacionaba con la falsificación de billetes.
Para vengarse, Himmler aplicó el principio de «ojo por ojo, diente por diente», ya que su venganza consistió en hacer lo mismo que habían hecho los británicos: imprimir y distribuir falsificaciones de sellos de correos. Recibió varios tipos de sellos con el mismo tema: «Gran Bretaña está dormida por los judíos y comunistas». Uno de los sellos conmemoraba el Jubileo de Plata, que celebraba los 25 años del reinado de Jorge V, y se modificó el rostro del rey por el de Iósif Stalin. La frase «sello de medio penique» fue reemplazada por «Esta guerra es una guerra judía». También se modificó la fecha, que pasó a ser 1939-1944. Esta última fecha era el año previsto para la victoria del Tercer Reich.
En el sello de medio penique, se realizaron varias modificaciones. La corona de Jorge V fue reemplazada por una estrella de David, que también sustituyó a la rosa que se encontraba en la esquina superior izquierda. Además, la letra «d» fue sustituida por la hoz y el martillo, los cuales aparecieron en la esquina superior derecha.
Se imprimieron un total de nueve millones de sellos y matasellos. Su distribución se llevó a cabo a través de agentes ubicados en países neutrales, quienes recibían lotes pequeños. Estos agentes solicitaban más y más sellos hasta que la Gestapo se dio cuenta del lucrativo negocio que habían montado. Estos sellos se comercializaban en Gran Bretaña como piezas únicas y valiosas. Curiosamente, los principales compradores fueron la embajada y los servicios de inteligencia aliados. Aunque la venganza no salió como estaba planeada, se estima que se vendieron entre 15,000 y 20,000 copias. El resto de los sellos fueron destruidos por las SS en los últimos días de la guerra.
Bibliografía
[1] NEWCOURT-NOWODWORSKI, S. (2006), La propaganda negra en la Segunda Guerra Mundial, Algaba, Madrid.