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DE IMPERIOS A NACIONES

La Guerra de los Huesos: La rivalidad que impulsó el estudio de los dinosaurios

Si alguna vez has tenido la oportunidad de jugar al videojuego Red Dead Redemption 2, conocerás a la paleontóloga Deborah MacGuiness, quien nos pedirá que busquemos restos de huesos de dinosaurios repartidos por el mapa. Esta referencia tiene su base histórica, ya que en Estados Unidos se vivió una auténtica fiebre por los dinosaurios. El interés de los paleontólogos por las tierras del Oeste a principios de la década de 1870 se debió a la gran cantidad de descubrimientos de restos fósiles.

Estos hallazgos despertaron la curiosidad e interés de dos grandes paleontólogos, Othniel Charles Marsh (1831-1899) y Edward Drinker Cope (1840-1897). El enfrentamiento entre ambos paleontólogos estadounidenses propició el descubrimiento de más de un centenar de nuevas especies. Este episodio de la historia de la Paleontología es conocido como la Guerra de los Huesos, caracterizado por sus malas prácticas, lo cual dañó la reputación de ambos científicos.

Amistad y Rivalidad: Marsh y Cope

La relación entre ambos comenzó en Europa, cuando Cope fue enviado a Alemania para continuar con sus estudios de historia natural. Allí conoció a Marsh, su futuro enemigo. Al principio mantuvieron una bonita amistad, tanto que en 1867 Cope nombró a un fósil anfibio Ptyonius marshii en honor a Marsh, mientras que Marsh, en honor a Cope, nombró un año después a una especie de reptil marino del cretácico Mosasaurus copeanus.

 Othniel Charles Marsh (izquierda) y Edward Drinker Cope (derecha)

La relación se torció en el momento en que Cope, en otro gesto de amistad hacia Marsh, decidió mostrarle una cantera de fósiles en Haddonfield, Nueva Jersey. Marsh aprovechó, a espaldas de Cope, para acordar con el propietario de la cantera que le enviaran los nuevos fósiles a él en Yale. Sin embargo, su amistad terminó con un comentario de Marsh. En 1868, Cope publicó los hallazgos de una nueva especie de plesiosaurio de cuello muy largo, al que llamó Elasmosaurus, descubierto en Kansas y enviado a su oficina por un cirujano del Ejército. Dos años después de su publicación, Cope montó una reconstrucción del animal en la Academia de Ciencias Naturales de Filadelfia. Marsh visitó la Academia y delante de la reconstrucción comentó públicamente que Cope había colocado el cráneo al final de la cola, error que fue confirmado por Joseph Leidy. Para Cope, el reconocimiento de este error debió de ser vergonzoso. El error se publicó en la revista de la American Philosophical Society. Cope publicó rápidamente una corrección e intentó comprar todas las copias de revistas que contenían el error impreso. Después de este suceso, comenzó su enemistad.

La versión de Elasmosaurus incorrecta de Cope.
La cabeza está situada en la cola

Ambos paleontólogos, motivados por sus rivalidades, se dirigieron hacia el oeste de Estados Unidos a los ricos yacimientos de Como Bluff (Wyoming), Judith River (Montana), Canyon City y Morrison (Colorado). Entre 1877 y 1892, ambos utilizaron su patrimonio y su influencia para financiar sus propias expediciones y obtener huesos de dinosaurios de cazadores de fósiles. Las intenciones de ambos eran encontrar más especies nuevas que su rival. Durante este periodo llevaron a cabo acciones destructivas y deshonestas como espionajes, robos, sobornos y sabotajes, ya sea dinamitando yacimientos con la finalidad de impedir las excavaciones a su rival o echando tierra sobre áreas excavadas. Además, Marsh y el jefe lakota Nube Roja acordaron que Cope y sus hombres no serían permitidos en territorio sioux a cambio de representar los intereses de los nativos en Washington.

Marsh y el jefe lakota Nube Roja en New Haven, Connecticut, 1880.

En 1877, dos maestros de escuela, Arthur Lakes y O. William Lucas, hallaron huesos de gran tamaño. Ambos enviarían los huesos encontrados a los dos paleontólogos. En un principio, Marsh no creyó la noticia de estos descubrimientos, mientras que Cope acabó pagando una recompensa económica a Lucas por los huesos que le envió a Filadelfia. Entre los huesos que recibió, se encuentran algunos tan interesantes como el saurópodo bautizado como Camarasaurus o el terópodo Laelaps. Este último fue rebautizado por Marsh como Dryptosaurus, ya que el nombre que le puso Cope estaba elegido para un ácaro. Del mismo yacimiento, Canyon City, Marsh recibió los restos del conocido saurópodo Diplodocus y el terópodo Ceratosaurus. En Como Bluff halló los restos de dinosaurios tan emblemáticos como Camptosaurus, Brontosaurus o Allosaurus.

La enemistad de ambos provocó errores como el montaje incorrecto de esqueletos y la creación de especies inexistentes. Además de sabotearse mutuamente, dedicaron esfuerzos significativos a desacreditarse ante la comunidad científica. Se sabía que existía una rivalidad entre ambos, pero ésta se hizo pública cuando el The New York Herald publicó un artículo con el titulo «Los científicos libran una guerra amarga» (Scientists wage bitter warfare). Esto fue un escándalo público que se saldó con el desprestigio de ambos paleontólogos.

Un Legado Duradero

A pesar de estas controversias, su rivalidad contribuyó al rápido avance del conocimiento sobre los dinosaurios en apenas dos décadas. Cope publicó la increíble cantidad de 1400 artículos.

La rivalidad entre Marsh y Cope resultó en un impresionante número de descubrimientos paleontológicos: Marsh encontró 80 nuevos géneros y especies de dinosaurios, mientras que Cope nombró 56. Estos hallazgos alimentaron el creciente interés del público en los dinosaurios en Estados Unidos, generando una ola de publicidad y llevando los esqueletos reconstruidos a los principales museos. Sin embargo, esta «Guerra de Huesos» también dejó una desconfianza persistente entre los paleontólogos europeos, impactando en las relaciones internacionales en el campo durante décadas.

Diplodocus (Marsh): su osteología, taxonomía y hábitos probables, con una restauración del esqueleto.

Para Cope, la guerra continuaba incluso después de su muerte, ya que una de sus últimas voluntades fue que diseccionaran su cabeza para determinar el tamaño de su cerebro, con la intención de demostrar que era más grande que el de su archienemigo Marsh, quien sabiamente rechazó su petición. Como curiosidad, en la Universidad de Pennsylvania aún se conserva la cabeza de Cope.

Bibliografía

[1] BRUSATTE, S. (2019), Auge y caída de los dinosaurios, Debate, Barccelona.
[2] GASCÓ LLUNA, F. (2021), Esto no estaba en mi libro de historia de los dinosaurios, Gualdamazán, Córdoba.
[3] PBS (2024). O.C. Marsh and E.D. Cope: A Rivalry. American Experience. Recuperado de https://www.pbs.org/wgbh/americanexperience/features/dinosaur-rivalry/
[4] ROMERO, S. «¿Qué fue la Guerra de los Huesos?», Muy Interesante, 06 de junio de 2023. [Consultado online: https://www.muyinteresante.com/historia/35551.html]