
¿Es verdad que Publio Virgilio Marón, el autor de la Eneida, tenía como mascota a una mosca? La historia de Virgilio y la mosca aparece en un sin fin de sitios: libros, blogs y vídeos. La primera vez que leí esta historia fue en libro de Javier Ramos, Eso no estaba en mi libro de Historia de Roma.
Se cuenta que Virgilio tenía como mascota una mosca. Pero lo realmente sorprendente no es solo el hecho de tener un insecto como compañero, sino el funeral que se organizó tras su supuesta muerte, gastando la increíble suma de 800.000 sestercios. Según la historia, para honrar a su pequeña mascota se construyó un mausoleo, se contrató una orquesta y plañideras, se sirvieron los mejores vinos y las viandas más exquisitas y acudieron personalidades de la época, entre ellas Cayo Mecenas, quien recitó la oración fúnebre.
La pregunta natural es: ¿por qué alguien como Virgilio gastaría tanto en un funeral para un insecto? La respuesta estaría en la ley de confiscación de tierras. En aquellos tiempos, los triunviros Marco Antonio, Marco Emilio Lépido y César Octaviano (más conocido como Augusto) estaban confiscando tierras para recompensar a los veteranos de guerra y recuperar el dinero invertido en las campañas militares. Entre las tierras afectadas se encontraba la de Virgilio. La ley estipulaba que las tierras que contenían un monumento funerario tenían carácter sagrado y, por tanto, no podían ser expropiadas. En ningún momento se exigía que el difunto fuera humano. Así, al escenificar un funeral para una mosca, Virgilio habría protegido sus tierras. Una auténtica genialidad
Pero, ¿qué hay de cierto en todo esto? Al revisar las fuentes clásicas, no se encuentra ninguna mención a este suceso. Todo apunta a que se trata de un bulo, de una historia inventada. Néstor F. Marqués, en su libro Fake News de la antigua Roma , investiga el origen de esta anécdota y la remonta al año 1931, cuando R. Ripley la contó en su serie Believe it or not (Aunque usted no lo crea) . Es posible que esta historia haya surgido a partir de elementos de la tradición literaria y popular asociados a la figura de Virgilio.
Si bien sabemos que se trata de una historia falsa, es interesante preguntarse: ¿por qué sigue atrayendo tanta atención y se repite como si fuese verídica? Quizás refleje una visión estereotipada que tenemos de los romanos, percibidos como una cultura llena de excesos y particularidades. Escritores como Suetonio o Tácito, al enfatizar la extravagancia de los emperadores y de la élite romana —con ejemplos como Calígula nombrando a su caballo cónsul o los fastuosos banquetes de emperadores como Nerón o Heliogábalo—, contribuyeron a esta imagen. Aunque esos textos tenían una intención política o satírica más que descriptiva, han marcado el imaginario colectivo.
Además, esta imagen de la extravagancia romana se ha afianzado gracias a películas y series como
Quo Vadis , Roma o Gladiator II , que resaltan los aspectos más espectaculares y excesivos de los emperadores y la alta sociedad romana, exagerando elementos como la decadencia, el lujo y los excesos sexuales.
En definitiva, la idea de que los romanos eran excéntricos es el resultado de una combinación de relatos históricos (a menudo cargados de prejuicios), interpretaciones modernas y la tendencia a fijarnos en los aspectos más llamativos como es nuestro caso: Virgilio y su mosca.