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DE IMPERIOS A NACIONES

Los 5 pistoleros más famosos del Lejano Oeste

Lejano Oeste, Western, Sombra de pistoleros

El salvaje Oeste se extendían ante los ojos de aquellos pioneros como un escenario de vastas llanuras salpicadas de matorrales, desiertos sin horizonte y montañas escarpadas cuyos picos nevados contrastaban con un cielo inmenso y cambiante. Ríos como el Missouri, el Colorado o el Río Grande surcaban valles profundos y cañones colosales cuyos acantilados de roca rojizas y ocres recordaban las composiciones pintadas por artistas de la Hudson River School (Escuela del Río Hudson).

Este fue el escenario perfecto para que surgieran la figura del forajido como la del justiciero. Diligencias, bancos y trenes eran presa fácil para las bandas de forajidos. La vida en aquellas tierras dependía muchas veces de la rapidez con que se apretase el gatillo del revólver, y las únicas leyes que imperaban eran las que cada grupo decidía imponer. Para muchos de estos hombres, la banda funcionaba como una familia; de hecho, no era raro que los miembros compartieran lazos de sangre, como ocurría con los hermanos Dalton, los hermanos James o los hermanos Reno. Sin embargo, estar emparentado no garantizaba la lealtad ni la supervivencia.

La idea de este post nace con la llegada del esperado Red Dead Redemption 2, un videojuego de Rockstar Games que nos transporta al Salvaje Oeste en la piel de Arthur Morgan, miembro de la banda Van der Linde, dedicado a atracos, robos y tiroteos en la América de 1899. Los pistoleros se han convertido en iconos del western, y aquí te presentamos nuestra selección de los cinco más letales del Lejano Oeste.

Los 5 forajidos más conocidos del Oeste

     1. William Henry McCarty Jr., alias “Billy El Niño” (1859-1881)

Empanzamos esta lista con uno de los más conocido gracias a Hollywood. Su figura está envuelta en mitificaciones gracias a esas gran cantidad de películas. Sin embargo hoy conoceremos parte de su historia. Para empezar Billy el Niño, nació en Nueva York y su nombre era William Henry McCarty. A la muerte de su padre en un duelo, su madre se casará con William H. H. Antrim. Éste, tras morir su esposa de tuberculosis, tomo la decisión de abandonar su hogar y con ello a los niños. El pequeño Billy tenía 15 años cuando fue abandonado por su padrastro. La necesidad de sobrevivir le empujó a cometer los primeros delitos.

Su apodo de «Kid» (el niño) tuviera que ver con su aspecto aniñado. Sabemos que trabajó como vaquero o pastor de ovejas. Su primera victima mortal fue un herrero de Arizona, donde estaba él trabajando. Por entonces, Billy tenía 17 años. El herrero se llamaba Frank P. Cahill y murió de un balazo por insultar al pequeño Billy. Éste fue encarcelado, pero escapó. No sería la única vez.

Participó en lo que conocemos como la guerra ganadera de Lincoln Country. Éste consistió en la pugna por controlar el negocio del ganado (vacas y caballos). En esta lucha por el control del comercio de ganado, Billy acabaría con la vida de seis personas, entre ella la del sheriff del condado William Brandy el 1 de abril de 1878. El motivo del asesinato del sheriff era venganza. Éste, juntos otros implicados, asesinaron a John Tunstall, un ranchero inglés, quien había contratado a Billy como vaquero y lo trató con respeto.

Las consecuencias de la muerte del inglés fue un aumento de la violencia en el condado de Lincoln. El recién nombrado gobernador de Nuevo México, Lew Wallece, amnistió a todos los implicados en este conflicto, excepto a Billy por la muerte de William Brandy. Al ser considerado un delito federal se emitió una orden del Gobierno de los Estados Unidos para capturarlo vivo o muerto.

En 1880, el marshal, Pat Garrett, comenzará a perseguir a Billy. Ambos se conocía de antes, incluso mantuvieron cierta amistad. Sin embargo, cuando Pat Garrett tuvo la oportunidad de acabar con su vida no dudó ni un segundo en apretar el gatillo. Previo a su muerte, Billy fue apresado y condenado a la horca en Mesilla (Nuevo México). Durante su estancia en la celda había escrito cartas explicando los motivos de aquellas muertes durante la guerra por el control de comercio ganadero. Su muerte en la horca no se consumió, pues Billy consiguió escapar a punta de pistola, llevándose por delante la vida de dos alguaciles.

El pequeño Billy tenía los días contados. Tras fugarse de la cárcel puso rumbo a Fort Sumner, al rancho de su amigo Pete Maxwell. Allí fue acorralado por Garrett. Existen varias versiones sobre su muerte. Una es que fue herido y desangrado por una bala que recibió durante un tiroteo entre ambos, y la segunda, que recibió un disparo a bocajarro en el estómago que lo mató en el acto durante su huida por la noche. Su vida se apagó a la edad de 21 años o eso creemos.

Artículo sobre Billy el Niño

     2. Robert Clay Allison «El loco» (1840-1887)

El «Loco Clay» fue cuatrero con una gran fama de gatillo fácil. Este vaquero de Texas se alistó en el ejército para la Guerra de Sucesión. Sin embargo, le dieron de baja por una vieja lesión en la cabeza que no le permitía desempeñar las funciones de un soldado.

Sus compañeros lo tomaron como una lunático al observar la manera en la que asesinaba a sangre fría y su carencia de miedo. El número de asesinatos que cometió fue de 50 hombres. Cuando Clay escuchaba del alarde de una persona por su habilidad con el revólver, éste lo buscaba con la Colt del 38 en mano para batirse en duelo con él y proclamarse vencedor. Además, en un cena con un antiguo enemigo, Chuck Colbert, tras sacar la pistola éste, Clay desenfundó la suya  y le mató con un disparo en la cabeza. Lo más interesante es que cuando le preguntaron el por qué estaba cenando con alguien que le quería matar, éste le contestó que “no me gusta mandar a nadie al infierno con el estómago vacío”.

Por último, su muerte no precedió a sus actos. En julio de 1887 mientras cabalgaba un carro de provisiones en Pecos, Texas, un saco de grano se cayó al suelo. Clay en un intento por cogerlo antes de tocar el suelo se cae del carro. Con Clay en el suelo el carro se movió y una de las ruedas le aplastó el cuello.

     3. Joaquín Murrieta «El Robin Hood Mexicano» (1829-1853)

Este hombre fue la inspiración para crear al mítico personaje “El Zorro”. Nació en el seno de una familia noble que habitaba en California, aún perteneciente a México. Con la anexión de ésta a Estados Unidos, Murrieta se hace bandolero y asaltante de haciendas, diligencias y bancos. Se dice que él solo atacaba a los ricos estadounidenses para dárselo a los pobres. Esta buena fe le llevó a que el pueblo lo considerara como un Robin Hood. Un personaje que ataca al rico para ayudar a los más desafortunados.

La cruda realidad es que fue un bandido que robaba y asesinaba sin miramiento a aquellos que atracaban. No obstante, sus robos eran a los anglosajones porque eran los que tenía más riquezas. Su muerte se produjo en su viaje a México. En el paso de Río Grande fue alcanzado por una lluvia de balas, las cuales le dejaron prácticamente irreconocible.

     4. Jesse James (1847-1882)

Jesse James (1847-1882) y su hermano Frank James (1843-1915) crecieron en el estado de Misuri, dentro de una familia con firmes simpatías sureñas. Durante la Guerra de Secesión (un enfrentamiento que enfrento a proesclavistas con abolicionistas) esta región fronteriza se convirtió en un escenario de intensos y sangrientos combates. La familia James sufrió abusos por parte de las tropas federales, lo que llenó a los hermanos de rabia y deseo de venganza.

Movidos por ese resentimiento, se unieron a la banda guerrillera de William «Bloody Bill» Anderson y lucharon junto a los Younger, otro grupo de simpatizantes confederados. Al terminar la guerra, se concedió amnistía a quienes habían combatido como soldados regulares, pero no a quienes actuaron como guerrilleros o bandidos. Así, los hermanos James y los Youger fueron considerados fuera de la ley. A partir de entonces, comenzó su vida como forajidos.

Se dedicaron durante años a atracar tiendas, diligencias, bancos y trenes. Estos trajo consecuencias para los hermanos James, quienes sufrieron un atentado en su casa la noche del 25 de junio de 1875. Los encargados de colocar los explosivos fue los Pinkerton, una agencia de detective. No sabemos con exactitud quien los contrató, puede que fuera el gobierno o un grupo de empresarios cansados de los atracos a bancos y ferrocarriles.

Por suerte, los hermanos James no estaba esa noche en su casa. No se puede decir lo mismo de su hermanastro y su madre. El primero falleció a causa de la explosión, mientras que su madre acabó mutilada de un brazo. Cuando la noticia llegó a oídos de Jesse James se apoderó una gran sed de venganza. Viajó al Este con el fin de matar a la madre de Allan Pinkerton, pero no consiguió alcanzar su objetivo.

Otro de los momentos claves en la vida de los hermanos James fue el atraco al First National Bank de Northfield, en Minnesota. Para resumir, el asalto fue un autentico fracaso, puesto que los habitantes de la ciudad lo expulsaron a balazos. Durante el tiroteo murió dos miembros de la banda, mientras los hermanos salieron ilesos.

A partir de este acontecimiento, la banda cayó en declive. Algunos miembros acabaron muertos, mientras otros capturados. Los hermanos James eran perseguidos por las autoridades. Para evitar se detenidos se ocultaban con nombres falsos y cambiaban de residencia. No obstante, Jesse James no paró de asesinar y atracar durante los años 1879 y 1881. Por ello, el gobierno de Misuri, puso precio a su cabeza de 10.000 dólares.

La confianza que tenía a los hermanos Charly y Robert «Bob» Ford le pasó factura. Será éste último quien lo asesine en su casa desalmado y de espalda. Jesse había dejado la funda con el revolver en el sofá. Una Smith & Wesson modelo Schofield del calibre 45. En cambio, su hermano, se rindió ante las autoridades en Jefferson City, Misuri. Tuvo un juicio y fue absuelto de los cargos. Acabó muriendo a los 72 años en 1915.

Actualmente, la casa en la que fue asesinado aún se conserva. Si algunas vez lo visitas encontrarás en la pared el agujero de la bala que acabó con su vida. Sus restos se encuentran en el cementerio de Mount Olivet, Kearney (Missouri). En su lápida podemos leer la siguiente inscripción encargada por su madre: «En memoria de mi hijo amado, asesinado por un traidor y un cobarde cuyo nombre no merece figurar aquí».

     5. Wyatt Earp (1837-1876)

Uno de los personajes más icónicos de la gran pantalla por su falsa leyenda de heroicidad y legalidad. Destacó sobre todo por el gran duelo de OK Corral. Un hombre con grandes ambiciones, sin escrúpulos y asesino que comienza su andadura al frente del clan familiar.

La muerte de su mujer le permitió obtener una gran fortuna para invertir en nuevos negocios. Fue sheriff y comisario en numerosos pueblos, donde se enriquecía a costa de chantajes y coacciones. No obstante, siempre se preocupó de que su apellido estuviese impecable a través de sobornos o asesinatos.

El nacimiento de  la ciudad de Tombstone permitió a Earp y su clan aumentar su riqueza con la plata. Es por ello por lo que en aquella ciudad sin ley se disputaban su control con los hermanos Clayton comprando locales. En este contexto de disputa se sucede en 1881 el duelo de OK Corral. Earp y tres miembros de su clan acribillan a balas a los Clayton, mientras éstos dormían. En ese tiroteo acabaron muertos dos de los Clayton y el resto fueron perseguidos y asesinados tres días después. Earp y los suyos acaban absueltos de los asesinatos, a pesar de carecer de autoridad para matar. Finalmente, Earp vendió los negocios de Tombstone y se trasladó a California, donde vivió como un caballero adinerado y justiciero.