Pocas historias del mundo antiguo han ejercido tanta fascinación como la Guerra de Troya. Desde Homero hasta Hollywood, este conflicto mítico se ha convertido en un referente cultural que trasciende el tiempo: inspira novelas, películas, videojuegos y hasta expresiones que utilizamos hoy en día como «se armó la de Troya», el «talón de Aquiles» o «ser el caballo de Troya». Pero, ¿existió realmente una guerra semejante, o todo es fruto de la poesía y la imaginación? Entre la arqueología, la literatura y la tradición oral hallamos nuestra respuesta.
En este contexto se sitúa el libro La Guerra de Troya, del historiador Eric H. Cline, fruto de los seminarios que ha impartido en la Universidad George Washington. Con un enfoque divulgativo y riguroso, Cline nos invita a revisar la fuentes literarias y los hallazgos arqueológicos para concluir si realmente existió la Guerra de Troya.
Eric H. Cline, es profesor de Historia y Arqueología en la Universidad George Washington y uno de los mayores especialistas en el Mediterráneo de la Edad del Bronce. Conocido por su capacidad de combinar rigor académico con una narrativa accesible, ha publicado títulos de referencia como 1177 a.C.: el año que colapsó la civilización o Después de 1177 a. C.: La supervivencia de las civilizaciones. En La Guerra de Troya, Cline aplica esa misma mirada crítica y divulgativa a un tema que ha fascinado a generaciones: el enfrentamiento entre aqueos y troyanos.

El libro se articula en tres partes bien diferenciadas. En la primera, Cline se centra en las fuentes literarias que componen la epopeya de la Guerra de Troya, desde las más conocidas como la Ilíada y la Odisea, atribuida a Homero; hasta aquellas que compone el llamado Ciclo Troyano. Además, nos habla de aquellos principales grupos que pudo participar en la contienda como son los micénicos, los troyanos, los hititas y los pueblos de mar. Todo ello enfocado a conocer si fue posible aquellos que nos narra esos fuentes literarias y descifrar en que año tuvo lugar.
La segunda parte aborda el terreno de las fuentes históricas y documentales. En se plantea si Homero existió y si aquello que narra en la Ilíada tiene algún resquicio de veracidad. También, nos habla de las tabillas de los hititas, donde se mencionan nombres como Wilusa, identificada por muchos investigadores con la ciudad de Troya. Estos documentos sugieren tensiones e incluso enfrentamientos entre micénicos y poblaciones de Anatolia, aunque no parece tratarse de una única guerra, sino de varios conflictos que, con el tiempo, pudieron fundirse en un gran relato.
Finalmente, en la tercera parte, el autor se adentra en el mundo de la arqueología. Desde el célebre hallazgo de Heinrich Schliemann en el siglo XIX hasta las investigaciones más recientes, Cline repasa cómo se ha excavado, fechado y reinterpretado la ciudad de Troya. Los debates entorno a que fase pertenece la Troya de Homero y su difícil tarea de identificarlo.
El resultado es un libro breve, claro y de lectura amena, que no pretender más que exponer lo que se conoce sobre Troya, y si es verdad que ocurrió un conflicto como narra en la obra de Homero. Es, en definitiva, una excelente puerta de entrada para quienes quieran acercarse a una de las históricas más influyente de la Antigüedad, donde la literatura e historia se entrelaza de manera inseparable.
