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DE IMPERIOS A NACIONES

El coliseo; Keith Hopkins, Mary Beard

El coliseo es uno de los monumentos más visitados de Roma. Ubicado en el corazón de la ciudad se erige como testimonio de la grandeza del Imperio Romano. Un recordatorio de la magnificencia arquitectónica de una civilización que dominó buena parte del mundo conocido. A muchos visitantes, después de contemplar el interior, les vendrá a la imaginación los espectáculos sangrientos que allí se desarrollaron durante siglos. Sobre este anfiteatro se han escrito ríos de tinta pero, ¿aún se puede escribir algo novedoso sobre este monumento? La respuesta es sí. La obra en cuestión que nos aporta estas novedades es El Coliseo, la obra conjunta de Keith Hopkins y Mary Beard y editado por Crítica.

El libro desmitifica aquellas narrativas populares que rodean al Coliseo. Por ejemplo, Beard cuestiona la certeza de afirmaciones tan extendidas como el famoso saludo de los gladiadores («Ave Caesar, morituri te salutant») y la creencia de que fue un lugar de martirio cristiano seguro. Un punto fuerte es que el libro invita al lector a reflexionar sobre las fuentes históricas y la manera en la que hemos construido la narrativa sobre el Coliseo. Es interesante la exploración de la experiencia del público que asistía a los juegos, analizando sus reacciones y la compleja dinámica social que se desarrollaba en el anfiteatro. Gracias a esta visión podemos entender el papel que desempeñaba el Coliseo en la sociedad romana, destacando la interacción entre el espectáculo, los espectadores y los emperadores.

Otro tema interesante es sobre el origen de estos espectáculos, su violencia y significado en la cultura y política romana. A raíz de su lectura comprendemos que el Coliseo no era solo un espacio para el espectáculo, sino un teatro político, cuyo actores son el emperador, la élite y los súbditos. Comprenderemos que este gigantesco monumento era un espacio perfecto en el que el pueblo romano manifestaba su descontento a la élite. ¿Qué papel tenía el emperador dentro y fuera del palco? La respuesta que nos dan los autores describen la función que desempeñaban los emperadores dentro del anfiteatro y de las rivalidades entre el emperador y la aristocracia en un espacio que asemeja a unos y a otros como un luchador contra su fiera.

¿Con qué frecuencia morían los gladiadores en la arena? ¿Cuál era la imagen de los gladiadores? ¿Cuándo se prohibieron la combates de gladiadores? Los autores nos responden estas preguntas desde sus puntos de vista. Si hablamos del Coliseo, es indudable que vayan a hablar de los espectáculos que allí se celebraban, como la cacerías, las ejecuciones de cristianos, la lucha de gladiadores y las naumaquias.

Otro de los temas que trata este libro son las transformaciones del espacio a lo largo del tiempo. Para empezar, ¿Qué conservamos del Coliseo original? Lo que vemos hoy en pie son los restos de un monumento que ha estado en continua transformación. Desde su construcción como emplazamiento de espectáculos, pasó con el tiempo a ser una fortaleza, más tarde una fuente en la que extraer materiales para la construcción, un espacio donde vivían personas, un botánico y actualmente una atracción turística. Incluso, a día de hoy, el Coliseo mantiene ese halo religioso para los cristianos, celebrándose el Viernes Santo el vía crucis.

Es una obra que destaca por su erudición y su estilo de escritura atractiva. El libro es breve, lo que ofrece una compresión matizada del Coliseo, presentándolo no solo como espacio de entretenimiento, sino como un lugar complejo que refleja las estructuras de poder, dinámica social y valores culturales de la antigua Roma. En definitiva, para muchos el Coliseo continúa siendo un monumento fascinante y de un gran significado histórico. Este libro abre una ventana para aquellos lectores que buscan conocer en profundidad uno de los monumentos más destacados de Italia y, seguramente, del mundo.