Saltar al contenido
De Imperios a Naciones

El enigma de la Gran Esfinge de Giza: ¿Quién le rompió la nariz?

¿Quién no ha oído hablar de la nariz rota de la Esfinge de Giza? Este famoso monumento egipcio ha desconcertado a los arqueólogos durante años debido a la misteriosa desaparición de su nariz. Aunque muchas teorías han surgido sobre cómo y por qué se rompió la nariz de la Esfinge, hay una teoría popular que apunta al que el culpable fue Obelix. Pero, ¿es esta teoría cierta o solo un mito? En este artículo, exploraremos la verdad detrás de la nariz rota de la Esfinge de Giza y veremos las teorías más probables sobre cómo y por qué se rompió.

Ilustración del cómic «Astérix y Cleopatra»

Para quien no conozca la Esfinge de Giza está ubicada en la orilla oeste del Río Nilo, a poco kilómetros de la actual capital, El Cairo. Esta impresionante estructura, que mide 20 metros de altura y 70 de largo, presenta una cabeza humana mirando hacia el Este, vestida con una prenda a rayas conocida como «nemes», y un cuerpo de león tumbado. La cara de la estatua, que exhibe restos de pintura roja, se cree que podría ser la del faraón Kefrén o tal vez la de su padre, Khufu (Keops), aunque la evidencia es escasa. Según la Estela del Sueño, una piedra tallada un milenio después por el faraón Tutmosis IV, se cree que Kefrén fue el creador de la Esfinge. Sin embargo, incluso esta afirmación no es concluyente, ya que las partes del texto que confirmarían esta teoría se perdieron durante una excavación en 1925. La barba, un atributo propio de los reyes, pertenecía a la construcción original. No obstante, la erosión acabaría por provocar su caída. Actualmente, está conservada en el British Museum.

A pesar de los muchos misterios que rodean a la Esfinge, los expertos han podido determinar algunas cosas sobre su construcción y diseño. Se cree que la estatua fue tallada a partir de una sola roca de piedra caliza, que se encuentra en el mismo sitio donde se erige la Esfinge. Además, la estatua tiene una orientación precisa hacia el Este, lo que sugiere que su creador tenía un conocimiento avanzado de astronomía.

1. La nariz fue destruida por un cañonazo

Existe la creencia popular de que los culpables de romper la nariz a la Esfinge de Giza fueron las tropas napoleónicas. Éstos usarían la Esfinge como blanco para sus prácticas de artillería. No obstante, la expedición liderada por Napoleón en 1798, con el objetivo de estudiar y redescubrir la civilización egipcia. hallaron ya una Esfinge con la nariz rota. Existe evidencias anterior a la expedición como los dibujos realizados por el arquitecto danés Frederick Lewis Norden en 1737, donde podemos ver claramente a la Esfinge sin nariz. Además, es de extrañar que una expedición cuya finalidad tenía estudiar y redescubrir la civilización egipcia acabaran dañando una parte de sus monumentos.

2. Un acto de iconoclasia

Esta teoría surge de Edward Bleiberg, el curador del Museo de Brooklyn, quien, tras supervisar extensas colecciones de arte egipcio, ha descubierto un patrón de destrucción deliberada de imágenes por motivos religiosos o políticos. Los antiguos egipcios creían que las esculturas podían contener poderes sobrenaturales, ya que las palabras para «escultura» y «escultor» hacían referencia a dar vida. Los objetos que representaban a humanos o dioses podían ser ocupados por seres divinos o humanos fallecidos y luego actuar en el mundo material. Estos objetos tenían poderes que podían activarse mediante rituales y también podían ser desactivados por daño deliberado. Según esta teoría, los egipcios destruían la nariz con el fin de matar al espíritu que habitaba en su interior, ya que la nariz es considerada la fuente de aliento y, por lo tanto, de la vida. No obstante, esta práctica se llevaba a cabo con un martillo y un cincel. Sin embargo, en el caso de que la nariz de la esfinge hubiera sido destruida a golpes, ¿No debería quedar evidencias de ello?

3. Un fanático religioso destruyó la nariz

Según el historiador del siglo XV Al-Maqrizi, en 1378 el fanático religioso sufí Muhammad Sa’im al-Dahr dañó la Esfinge, rompiéndole la nariz, porque no comprendía que los campesinos hicieran ofrendas a la Esfinge para obtener mejores cosechas. Como castigo por sus crímenes, las autoridades egipcias lo colgaron. No obstante, esta historia se basa en el relato de un historiador árabe del siglo XV, pero no existe evidencias de que el personaje al que hace mención existió.

4. Destruida por los efectos de la erosión

Una de la hipótesis más plausibles es que la nariz se desprendió por el desgaste causado por el clima y el tiempo. La piedra caliza es un material poroso y frágil que se desgasta fácilmente con el viento, la lluvia y los cambios de temperatura. Además, la Esfinge ha estado parcialmente enterrada bajo la arena durante siglos, lo que ha contribuido a su deterioro. Spencer McDaniel, una experta en Grecia antigua, ha propuesto una nueva hipótesis sobre la caída de las narices en las esculturas griegas antiguas. En su artículo, sostiene que este fenómeno no está necesariamente relacionado con la acción humana, sino más bien con el desgaste y la erosión natural que sufren estas esculturas a lo largo del tiempo. McDaniel sugiere que las partes de las esculturas que sobresalen, como las narices, los brazos o las cabezas, son más propensas a desprenderse debido a estos procesos de desgaste y erosión, mientras que las partes del cuerpo que están más sujetas, como el torso o las piernas, pueden resistir mejor el paso del tiempo.

En conclusión, aunque la nariz rota de la Esfinge de Giza ha sido objeto de numerosas teorías y especulaciones a lo largo de los años, la verdad es que no se puede afirmar con certeza cómo y por qué se rompió. Aunque hay varias teorías, la hipótesis más probable es que la nariz se desprendiera debido a los efectos de la erosión natural causada por el clima y el tiempo. Independientemente de su origen, la Esfinge de Giza sigue siendo un monumento impresionante y misterioso que continúa desconcertando a los arqueólogos y fascinando al público en todo el mundo.

Bibliografía

[1] ACyV, «Por qué tantas esculturas antiguas perdieron sus narices», El Confidencial, 5 de septiembre de 2022.
[2]BARNHART, T. «¿Qué le hace la lluvia ácida a la piedra caliza?, Geniolondia, 1 de febrero de 2018. Conusltado: ¿Cuáles son los cinco ejemplos de erosión química? (geniolandia.com)
[3] COLOMÉ, S. «¿Qué destruyó realmente la nariz de la Esfinge?, La Vanguardia, 1 de diciembre de 2020.
[4] TAMARIT CONEJEROS, J.M., FERRANDIS CARDONAS, E., GARCÍA-PARRADO VAÑO, L., DALMAU GALOFRE, J. (2012), «Nariz y sociedad: curiosidades y anécdotas sobre el apéndice nasal», THERAPEÍA, 4, pp. 55-68.
[5] VENTURA, D. «La verdadera razón por la que las estatuas del antiguo Egipto tienen las narices rotas», BBC, 25 de abril de 2021.